domingo, 18 de julio de 2010

EL PEOR TIC DE PIÑERA


El Sr. Piñera se tiende en el diván como siempre apurado, en estado de urgencia.
-Quiero contarle que estoy controlando bastante bien mis tics en público.
-Nunca le dije que los controlara…
-Bueno como sea, me ha vuelto la taquicardia, creo que tiene que ver con lo que mis ineptos asesores comunicacionales han hecho. Mi popularidad baja, mientras que la de…Ud. sabe quien sube y sube, no sé parece que la gente no capta los hechos.
-Hmmm, pero le parece que Ud. podría tener que ver de alguna manera con lo que le pasa?
- Bueno sí, eso que hemos hablado de la espontaneidad… tengo al que se supone es uno de los mejores coach del mundo, pero luego me dicen que se me nota que estoy “coacheado”. No sé, realmente no sé cómo darle en el gusto a todos…
-Quizás ese es el problema.
- Qué me quiere decir? Que quiero caerle bien a todos, que nunca he definido mis lealtades, que quise militar en la DC pero no lo hice porque no me darían cargos de poder? Porque días antes del plebicito hago un asado con Genaro Arriagada y a mis amigos Navarro y Allamand?
-Bueno si usted lo dice…
- Por lo demás lo pasamos estupendamente. Soy un hombre que cree firmemente en el consenso. Yo no me adoctrino con nadie, será porque tengo sangre española e Inca. (Dice algo molesto). Dígame Ud., porque cree que Michelle tiene tanto apoyo, aún cuando no me canso de mostrar sus faltas. Supongo que los psicólogos pueden saber de estas cosas no?
- (Se me viene a la cabeza la paradoja de Zenón: como la tortuga le gana a Aquiles, el de los pies veloces. Pero probablemente no conoce esa referencia). Le pregunto cómo le va con las mujeres.
-De qué está hablando? Eso tiene algo que ver? (Comienzan fuertemente sus movimientos involuntarios)
-Qué le pasa?
-Nada. Bueno, yo estoy felizmente casado, me parece que el matrimonio es la piedra fundamental de la sociedad…
-No le pregunté por la sociedad, tampoco por la madre de sus hijos, sino que por las mujeres.
- Bueno, nunca tuve especial interés en ellas, no sé, me parecen tan impredecibles, caprichosas, de adolescente me provocaban inseguridad y algo de angustia, creo que nunca sabía cómo darles en el gusto…
-Ahh, tal como dice que le pasa hoy con la ciudadanía.
- (Se queda pensando). Parece que ni los mejores asesores comunicacionales pueden con esto: parece que la opinión pública es incontrolable y caprichosa.
- (Pienso en silencio: por supuesto si su coach y asesores son hombres, probablemente no entiendan nada de lo que en los humanos no es controlable por medio de la razón, justamente su deseo). Recuerda esa película francesa de comienzos de los años sesenta, “Zazie en el metro”. Le pregunto.
- Sí claro, me encanta el cine el francés…esa de la niña que sale a pasear con su tío por París, él le muestra todos los monumentos emblemáticos de la ciudad y ella lo ridiculiza repitiendo incesantemente que nada de eso le interesa…
- Que le importa “un culo”. Hago la precisión.
-Quizás a la ciudadanía le importan “un culo” los hechos con los que insisto en develar del ex gobierno.
-Hmm…serán los hechos los que importan un culo?, podría estar subestimando a la ciudadanía. No será que así como Zazie ridiculiza a su tío Ud. queda en esa posición porque está demasiado preocupado de mostrarse como el que sabe de los “monumentos emblemáticos”. A Zazie esa demostración de saber, de poder y de competencia le parece ridícula…
-…A veces tengo la sensación…
-(por fin habla de sensaciones sin que su coach se lo haya sugerido)
-…de que intento mostrar mi competencia a un gran observador, como si fuera una perfomance, como si tuviera el deber de ser un gran hombre.
-Se da cuenta que compite con la ex presidenta como si ella quisiera ser un gran hombre, un héroe.
-Hmmm, …parece que ella sería más bien Zazie, será por eso que gana?.
- (Por eso la tortuga le gana a Aquiles). Lo dejamos hasta aquí por hoy.

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